La noticia en El Diario.es:
http://www.eldiario.es/andalucia/Andalucia-Memoria-Historica-grande-historico_0_622588665.html
Comunicado de Manuel Velasco, Presidente de AGEMHA (AGE, Memoria Histórica de Andalucía):
Comunicado de Manuel Velasco, Presidente de AGEMHA (AGE, Memoria Histórica de Andalucía):
Esta semana se aprobó en el Parlamento Andaluz el proyecto de ley de Memoria
Democrática, después de más de cinco años de trámites. Esperemos que
esta Ley no sea un nuevo brindis al sol porque las leyes, para que se
cumplan y no se queden en el aplauso y las fotos, hay que dotarlas de presupuestos suficientes, decretos y órdenes. Por tanto, de momento,
un saludo positivo pero prudente al desarrollo de esta normativa.
Quienes
venimos trabajando en la calle y en los centros de enseñanza desde hace
más de 20 años por recuperar la Verdad, la Justicia y la Reparación
nos mostramos solo en parte satisfechos porque esta Ley llega demasiado
tarde, nada más y nada menos que 42 años después de acabada la
Dictadura y cuando prácticamente la inmensa mayoría de las víctimas que
sufrieron la barbarie, las cárceles y la represión han muerto.
En
la Asociación Guerra-Exilio y Memoria Histórica de Andalucía, en todas
nuestras actividades y documentación, desde 1997, año que nos
constituimos, venimos reclamando una legislación que hiciera justicia
frente a los crímenes franquistas, pero siempre se impuso la rancia
frase de "no abrir las viejas heridas", con gobiernos de UCD, del PSOE y
del PP, algo que ha supuesto para las víctimas y sus familias un
desprecio hacia quienes lucharon generosamente por valores humanos y
sociales de los que hoy decimos sentirnos orgullosos. Una de las
consecuencias más lamentables es que miles de esas personas ni
siquiera constan en los libros de defunciones de los registros civiles,
y sus restos permanecen en fosas comunes sin identificar, ni
dignificar en la mayoría de los pueblos de todo el Estado. A estas
alturas ha quedado patente que las conveniencias políticas de no
tocar “esas viejas heridas” han podido más que la verdad, la memoria
colectiva y sobre todo la justicia histórica con las generaciones de
nuestros padres y abuelos.
La
confusión entre RECONCILIACION y OLVIDO ha pagado un alto precio en
nuestra sociedad. La verdad histórica nunca debió tener páginas en
blanco, porque gran parte del conocimiento de las consecuencias
humanas, sociales, políticas y económicas de la sublevación militar se
ha perdido para siempre.
El
resultado es que todavía la gran represión del franquismo permanece oculta. Sigue oculta en los medios de comunicación. Sigue
oculta en la sociedad, que ha sido más educada para el miedo y el
olvido que para la memoria y sigue oculta en la mayoría de los que la
sufrieron que han visto más conveniente guardar silencio que hablar
libremente. Por desgracia esta ha sido la última victoria de la
Dictadura: el silencio, la ocultación y sobre todo el miedo.
Algo
muy importante ha fallado tras la desaparición de la Dictadura
Franquista, para que una parte muy significativa de la sociedad, aun
siga reclamando que se valore y se dignifique con justicia el
tratamiento que han recibido cientos de miles de víctimas, presos,
exiliados, torturados, saqueados o huidos al monte para continuar la
resistencia.
A pesar de
las iniciativas y actuaciones que también un buen número de
ayuntamientos democráticos y colectivos han desarrollado desde la
Transición a nuestros días, tenemos todavía la impresión de que nos
queda mucho camino por recorrer, y que el reconocimiento de las
personas represaliadas y los valores que defendieron durante la Segunda
República y la Guerra Civil, ha quedado como una asignatura pendiente
que no se ha querido resolver. Simplemente hay que recordar que el
Congreso de los Diputados no aprobó por unanimidad una Resolución de
condena al golpe de estado y a la dictadura del general Franco hasta el
20 de noviembre de 2002, veintisiete años después de su desaparición y
tras el paso por el Gobierno del Estado de varias mayorías absolutas
consideradas de izquierda.
Cierto es que en Andalucía, tras el tiempo transcurrido, mediante el Decreto 334/2003 de 2 Diciembre de 2003, y las órdenes aprobadas el 30 de marzo de 2004 y el 30 de junio de 2005, algo se ha avanzado en el terreno de recuperar y dignificar nuestra memoria, pero en general esto se ha centrado principalmente en subvencionar monolitos a los ayuntamientos, que en la mayoría de los casos no ha ido acompañado de algo tan fundamental como son las actividades de investigación y difusión de lo ocurrido. Por otra parte el trabajo de las asociaciones sigue bastante limitado con muy escasas subvenciones.
Cierto es que en Andalucía, tras el tiempo transcurrido, mediante el Decreto 334/2003 de 2 Diciembre de 2003, y las órdenes aprobadas el 30 de marzo de 2004 y el 30 de junio de 2005, algo se ha avanzado en el terreno de recuperar y dignificar nuestra memoria, pero en general esto se ha centrado principalmente en subvencionar monolitos a los ayuntamientos, que en la mayoría de los casos no ha ido acompañado de algo tan fundamental como son las actividades de investigación y difusión de lo ocurrido. Por otra parte el trabajo de las asociaciones sigue bastante limitado con muy escasas subvenciones.
El intento de crear una Comisión Inter-departamental en la
Junta de Andalucía, dependiente de la Presidencia, con el objetivo de englobar para los mismos fines a varias Consejerías, ni se materializó, ni se llevaron a cabo actuaciones relevantes. Tampoco
se han emitido decretos, ni órdenes en las que los ayuntamientos y
las asociaciones puedan participar. Tenemos pues, acumulada todavía una
deuda que distintas entidades de prestigio internacional nos exigen.
El
14 de abril de 2004 la organización de derechos humanos Equipo Nizkor
presentó públicamente un informe titulado "La cuestión de la impunidad
en España y los crímenes franquistas". Es el primer documento que
analiza la represión franquista desde la perspectiva del Derecho
Internacional de los Derechos Humanos. Posteriormente, el 18 de julio de
2005, la organización Amnistía Internacional presentaba también su
informe "España: poner fin al silencio y a la injusticia. La deuda
pendiente con las víctimas de la guerra civil española y del régimen
franquista". Nada de esto se tuvo en cuenta en la Ley de Memoria
Histórica de 2007 y con el gobierno del PP, todo se paralizó. Ojalá
tantos retrasos injustificados encuentren en esta ley andaluza parte de
reparación.
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