A Manolo de Cos, por Dolores Cabra

Queridos socios y amigos:
También se nos fue Manuel, el joven activista de 97 años, esperando el reconocimiento jurídico de la guerrilla antifranquista.

Aquellos diputados que desde el Congreso siguen impidiéndolo tendrán para siempre ese peso en la conciencia. Espero sinceramente que les pese lo suficiente, que sea tanto el peso como la angustia producida en cada miembro de la guerrilla que ha fallecido sin poder ofrecer a la sociedad, a los hijos y a los nietos, mediante un reconocimiento jurídico del Congreso de los Diputados, que no fueron bandoleros ni bandidos, sino soldados que lucharon por restablecer las libertades de la República, y que los saqueadores de vidas y haciendas, los auténticos bandidos casi siempre se sientan donde no deben a cambio de unas monedas extraídas por la fuerza de una cosa llamada Hacienda, a una sociedad que muere por falta de medios para sobrevivir.

Tarea para los diputados: ¿A quién se denomina bandido?

¡Ojo! se debe contestar con la conciencia, si no, se entra en el terreno de la bestia negra y eso no es bueno para la salud. Tengo entendido que se sufren enfermedades psicosomáticas que duelen hasta el fin de los días.

Hasta siempre Manolo, seguiremos combatiendo para que se haga justicia, con tu recuerdo y tu memoria en el corazón y con tu cámara captadora de las improntas nobles de las gentes buenas, pero también de las perversas causadas por los arteros y los innobles. Te sustituimos en el disparo de la cámara aunque nuestra mira no tenga esa capacidad tuya para captar el momento histórico que nos sitúa a unos y a otros en la Historia.

Dolores Cabra

Secretaria General de AGE