Este fin de semana hemos estado en Austria en los actos de conmemoración del 80 aniversario de la liberación de Mauthausen una pequeña expedición de 8 personas, organizada por AGE-Cantabria.
Unidos a la Amical de Mauthausen que llegó de Barcelona con casi 300 alumnos y alumnas de varios Institutos no solo de Cataluña, sino también de Aragón (Zaragoza, Egea de los Caballeros…) e incluso desde la provincia de Badajoz, comenzamos los actos en el castillo de Hartheim, donde hacían experimentos con los presos de Mauthausen y donde mataron al cántabro Jerónimo José Cicero, cuyos familiares me acompañaban (una nieta, una bisnieta y un tataranieto de 15 años).
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Rosa Cicero junto a la foto de su abuelo en Hartheim y con un tataranieto de éste
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Foto en el Memorial del castillo |
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Allí en el patio interior del castillo, ante el alumnado y miembros de la Amical de Mauthausen, después de recordar la historia de Jerónimo José Cicero, leí unas palabras y una emotiva carta que me había enviado desde Madrid una amiga de la familia de Cos, en recuerdo y homenaje a Donato de Cos. Ver video: https://youtu.be/DmfcgrRLdvw Al día siguiente, bien temprano nos dirigimos hacia Ebensee, a 100 kms de Mauthausen, para participar en los actos del campo de concentración donde también hubo españoles y hay un monolito en su honor. También visitamos junto con los alumnos y miembros de la Amical los túneles que excavaron los propios presos obligados por los nazis, que servían para la fabricación de armamento de guerra en su interior. Es un complejo de túneles semejante a un hormiguero bajo la montaña, aunque solo es visitable una pequeña parte donde hay una exposición de fotos de la época.
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Túneles de Ebensee
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Por la tarde la cita era en la estación de Mauthausen, donde llegaban los trenes de mercancías cargados de presos en viajes de varios días atravesando media Europa con destino a la fortaleza de Mauthausen, situada en una colina, adonde tenían que subir andando exhaustos después de ese viaje en el que ya habían muerto algunos de sus compañeros hacinados en vagones, sin poder respirar apenas. |
Casa de Anna Pointner
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De la estación fuimos a la casa de Anna Pointner, situada a poco más de 100 metros, para rendir homenaje a esta austríaca que arriesgó su vida escondiendo en el muro trasero de su casa los negativos que furtivamente sacaban los presos españoles y que sirvieron como prueba de los crímenes en el juicio de Nüremberg. Tanto en la estación como en la casa de Ana Pointner siempre nos acompaña un concejal socialista del Ayuntamiento de Mauthausen que pronunció unas palabras de reconocimiento a los españoles por la deuda histórica que tienen con ellos.
El domingo a primera hora subimos al campo de concentración de Mauthausen para participar en los diferentes actos que tuvieron lugar a lo largo de toda la mañana. Sabíamos que iban a ir Felipe y Letizia, pero la Amical siguió su orden del día como cada año: comenzamos uniéndonos a los franceses ante su monumento a las víctimas donde después de unas palabras cantamos juntos la marsellesa en presencia de autoridades francesas y de los presidentes de la Amical francesa y española de Mauthausen.
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Monumento francés
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La delegación de Francia siempre devuelve a continuación la visita con una ofrenda floral ante el monumento de los españoles, que está muy cerca, dentro de la parcela que cedió Francia para su construcción, ya que el Estado español como tal no tenía derecho a un monumento por ser aliado de los nazis, por ello fue sufragado por los propios supervivientes españoles que fueron acogidos por Francia y les otorgó la nacionalidad francesa, ya que Franco les había declarado apátridas.
El presidente de la Amical de Mauthausen, Juan Manuel Calvo hizo un discurso destacando que hace 80 años se liberó el campo, pero no a los republicanos españoles, que tuvieron que seguir en Mauthausen durante un tiempo porque a diferencia de otras nacionalidades, no pudieron volver a su país. Nadie les reclamó, nadie les esperaba. Fue el 5 de mayo de 1945 cuando se demostró la verdadera condición de apátridas de aquellos supervivientes que durante más de un mes estuvieron intentando que algún país les acogiera, hasta que Francia finalmente les amparó y les dio la nacionalidad francesa. Ellos esperaban que, una vez liberada Europa del nazifascismo, Franco sería el siguiente régimen fascista en caer y no fue así. Una nueva traición de las democracias occidentales que abandonaron a los republicanos españoles y tuvieron que vivir en el exilio en condiciones muy difíciles.
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Pablo Bustinduy
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A continuación intervino el ministro de Derechos Humanos Pablo Bustinduy con un discurso elogiando la admirable capacidad de resistencia de aquellos antifascistas que nos dejaron un legado de lucha por la libertad de todos nosotros que sigue siendo un ejemplo para la democracia española y merecen que su ejemplo brille con todos los honores.  |
Silvia Cueto-Dinhof
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Después fue la intervención de Silvia Cueto-Dinhof, presidenta de la asociación de Republicanos Españoles en Austria, hija de Víctor Cueto, un asturiano que sobrevivió a campos como el de Ebensee y se quedó a vivir en Austria. Ella destacó que “nunca fue relevante para ellos de qué parte de España venían o a qué partido pertenecían, todos luchaban contra la injusticia de toda índole, contra la intolerancia y contra todo intento de reescribir la Historia”. Mostró su malestar por la visita del rey de España “que nunca condenó lo que pasó aquí y parece que en todos los medios lo único que importa es la visita del rey”.
A lo largo de toda la mañana se fueron sucediendo las ofrendas florales de varios países ante el monumento español.
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Un oficial francés deposita una corona en el monumento español junto a otra corona procedente de Italia
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Después nos unimos al desfile por la Apelplatz, primero con las diferentes asociaciones tras la pancarta que emula la que colocaron los españoles sobre la puerta de Mauthausen el 5 de mayo de 1945, día de la liberación. Mientras tanto Felipe
y Letizia se encontraban en primera fila como Jefe del Estado
español junto al presidente de la República de Austria contemplando el desfile. https://youtu.be/YHwQFlJJma8 Siguieron desfilando países por orden alfabético hasta llegar a la ese de Spanien. Entonces apareció la escasa delegación oficial española a la que se unieron los reyes para depositar una corona de flores blancas con una banda rojigualda, mientras unos metros más atrás venían los miembros de la Amical de Mauthausen con los estudiantes y el estandarte con el triángulo azul de los deportados españoles, más una marea de gente con banderas republicanas tras la pancarta de “Los españoles antifascistas saludan a las fuerzas liberadoras” y coreando: “España mañana será republicana”.
Por su parte, Floren Dimas, militar retirado y miembro de AGE, tributó su particular homenaje a los republicanos asesinados en Mauthausen con un respetuoso saludo militar cuadrándose ante el monolito donde se iban depositando las coronas de flores de todos los países.
En toda la mañana, hasta las tres de la tarde que nos fuimos, los reyes no aparecieron por el monumento de los españoles, aunque después hemos visto alguna foto publicada en algún medio depositando una corona de flores blancas con bandas rojigualdas (cuando ya nos habíamos ido todos).
Este gesto de los reyes habría estado bien si previamente como Jefe de Estado hubiera hecho en Madrid un acto institucional de homenaje a las víctimas, condenando la dictadura y pidiendo perdón por los miles de muertos que causó otro Jefe de Estado antecesor suyo: Franco, incluidos los asesinados por los nazis que fueron los ejecutores de lo que Franco les pidió: que los eliminaran a todos esos rojos, "los Rotspanier" como los denominaron los nazis (rojos españoles).
Mientras tanto, si el rey solo se dedica a bonitos actos en París, Austria o resto de Europa, pero nunca en su propio país, todo se queda en una operación de maquillaje de cara a la galería.
El paripé de Felipe VI: