sábado, 27 de febrero de 2021

Fallece Araceli Ruiz, "niña de la guerra" y socia de AGE

 


Araceli Ruiz Toribios ha fallecido durante la madrugada de hoy, 26 de febrero de 2021, a los 96 años de edad. Desde hace un año vivía en la residencia "Rey Pelayo" de Gijón, en la que se nos fue sin padecimiento, en la noche, en su último barco, hacia la otra orilla.

Entidades memorialistas empeñosas en que a Araceli no sólo se le haga un homenaje, sino que su nombre figure para dar vida a una  calle, plaza, parque, escuela... nos hemos reunido esta noche para poner todo nuestro esfuerzo en hacerlo posible.

Araceli comentaba que se solía decir que una generación está compuesta por seres humanos nacidos en un mismo año, pero que ella creía que el término era mucho más amplio en la vida real ya que en la práctica las generaciones vienen marcadas por una serie de hechos históricos y sociales que caracterizan una época determinada. "La mía, solía decir, es la generación de los llamados niños de la guerra, de nuestra Guerra Civil Española del año 1936, niños y niñas que habíamos nacido entre los años 1924 a 1931 y que al estallar la guerra teníamos entre los 5 y los 12 años, la edad de la infancia consciente. 
 
Aquellos niños que se encontraban en una zona u otra del conflicto vivimos la misma experiencia, el mismo miedo, el mismo sufrimiento, todo lo cual jamás hemos podido olvidar y de un modo u otro nos ha marcado, influido y dejado huella durante el transcurso de toda nuestra vida. Aquellos niños de la guerra somos hoy hombres y mujeres en la plenitud de nuestra madurez humana y profesional, muchos han muerto ya y otros somos abuelos privilegiados pues hemos llegado hasta hoy día y lo podemos contar. Yo voy a relatar en breve y en rasgos muy generales la vida de mi generación desde mi punto de vista pues cada persona tuvo su vida, su opinión y sus particularidades. Yo contaré algo de mi vida personal, de mis vivencias y de algunos episodios que nos ha tocado vivir a los niños que en el año 1937 tuvimos que abandonar nuestra familia nuestro pueblo nuestra Patria y por un período que jamás pudimos adivinar. 
 
En casi 2 años de guerra salimos de España hacia los diversos países la cantidad no desdeñable de cerca de treinta y cuatro mil niños entre los 5 y los 15 años. A mí que también era niña entonces y ojalá hubiera nacido mucho más tarde, me tocó salir por mar desde el puerto del Musel de la ciudad de Gijón, donde vivía con mis padres y hermanas; salimos el 23 de septiembre de 1937 cuatro hermanas, la mayor Águeda iba en calidad de educadora y acompañante de los niños, tenía 23 años, yo que tenía 12, la que me seguía, Conchita, tenía 10 y la más pequeña, Angelines, había cumplido los 5. En Gijón quedaba mi madre con dos de mis hermanas mayores que yo, que evacuaron rumbo a Francia, pero llegaron a Valencia y enseguida regresaron a Gijón. Mi padre estaba movilizado. Las cuatro hermanas salimos de Gijón rumbo a Rusia. 
 
Aquella noche es imborrable para todos los que integramos el grupo asturiano, cruzamos Gijón sumergido en la oscuridad y llegamos al puerto del Musel donde nos esperaba un barco mercantil francés frío, sucio y triste. Los marineros que andaban en la cubierta eran chinos. Los que nos despedían eran muy pocos, ni lágrimas ni discursos, viajaríamos en la bodega de este mercante del que nadie recuerda su nombre y en unas condiciones muy malas. Aquella noche nos marcó una nueva vida, esta noche la reflejó muy bien un compañero nuestro, un niño que salió también desde Gijón y que perteneció a nuestra generación, pero que ya no está entre nosotros quedó como muchos en el camino. Escribió un poema cuyos versos reflejan con claridad la tragedia vivida. Aquella noche de otoño la travesía que recorrimos hasta llegar a Francia a mí personalmente me pareció una eternidad no recuerdo haber comido ni bebido nada en todo el trayecto pues íbamos muy mareados, tampoco recuerdo dónde me encontraba yo pues a mis hermanas no las vi, aún no recuerdo estar junto a ellas, lo que recuerdo muy bien fue cuando llegamos al puerto francés de Saint-Nazaire y el recibimiento tan caluroso que nos hizo el pueblo francés, recuerdo que nos traían panecillos con queso y mermelada y que me pareció un manjar, lloré con gran sentimiento creo que de alegría de que alguien se preocupara por nosotros. 
 
Al poco tiempo de atracar nuestro mercante ya era de noche cuando vimos que se acercaba a nuestro costado un hermoso buque todo blanco, muy iluminado y nos pareció muy alegre y un verdadero palacio, vimos que ondeaba la bandera roja con la hoz y el martillo y llevaba el nombre de Kooperatsiia, nos dimos cuenta de que era un barco ruso y enseguida se corrió la voz de que venía a por nosotros".
 
Y así sigue narrando Araceli toda esta peripecia del viaje hasta llegar a Leningrado donde fueron agasajados con un caluroso y hermoso recibimiento, eso era el 4 de octubre de 1937, "hacía bastante frío y en el puerto nos esperaba una enorme gentío con orquestas tocando marchas, con banderas rojas, algunas republicanas y con muchos retratos de una misma persona, Stalin, que pronto significó todo para nosotros pero en ese momento era el retrato de un hombre con bigotes que para muchos no significaba nada porque no le conocíamos. Después nos enteramos de que en unas pancartas con letras rusas decía: saludamos a los hijos del heroico pueblo español.
 
Habían hecho casas de niños especialmente para que nosotros pudiéramos alojarnos y seguir aprendiendo en nuestra lengua y con los libros en castellano. Mis hermanas y yo quedamos en la casa de niños de Leningrado y a la más pequeña la llevaron a las afueras de la ciudad donde había una casa de niños para los más pequeños. Yo terminé el sexto grado en Leningrado..."
 

Y continúa Araceli escribiendo estos retazos de memorias inéditas que utilizaba para dar charlas en los colegios e institutos. Sigue narrando toda su vida y su historia en aquellas tierras a las que adoraba y dice, concluyendo esta parte de sus memorias, que "con todos los materiales publicados al alcance de la mano y el interés y amor de aquella sociedad, nuestra formación cultural tenía una base sólida, profunda y parecía que no estábamos tan lejanos de nuestra tierra ya que desde nuestra infancia nos íbamos interesando más y más por nuestro origen y nuestro pasado. 
 
Quizás más que estando en nuestra propia tierra el mantenimiento de nuestra cultura popular fue una de las grandes preocupaciones de todo el personal que nos rodeaba y podemos decir, sin lugar a dudas, que la formación cultural de los niños españoles evacuados y después residentes en la URSS fue voluntaria en su conjunto aunque para ello contábamos con todos los ingredientes necesarios y propicios. 

El año 1960 después del triunfo de la Revolución Cubana se necesitaban especialistas de habla española. El Ministerio de Defensa de la URSS nos pidió ayuda a los españoles y así en el año 1961 nos fuimos a Cuba mi esposo, mi hija de 6 años y yo. Trabajamos en Cuba mi esposo y yo en calidad de intérpretes del idioma ruso ayudando a los militares asesores soviéticos a la llamada de ayuda a Cuba que presentó el gobierno. Se presentaron voluntarios unos 150 españoles niños de la guerra. Fueron médicos, economistas, ingenieros y otros muchos fuimos como traductores para facilitar enormemente la labor de coordinación entre rusos y cubanos. En el año 1964 allí en La Habana, el Che Guevara consiguió que nuestros padres a los que no habíamos visto desde la evacuación, fueran a La Habana y nos encontramos con ellos después de casi 30 años de separación. Fue muy emocionante, presenciaron el nacimiento de mi hija y fueron sus padrinos.
 
Este pequeño episodio demuestra la gran humanidad y la bondad del mítico héroe, el Che Guevara. Yo nunca lo podré olvidar: mis padres estuvieron junto a nosotros cuatro meses, en el año 1966 abandonamos Cuba y de nuevo nos integramos en la sociedad moscovita. 
 
Trabajé en el Comité Estatal de radio y televisión de la URSS en la dirección de transmisiones para España y América Latina en la sección de correspondencia con los oyentes. Trabajé allí hasta mi jubilación en el año 1980 y enseguida me repatrié con mi hija menor. La mayor estaba casada y yo había quedado viuda, mi esposo falleció en el año 1975. En España siguió mi odisea pues con la pensión que me enviaban de Rusia no me llegaba ni para pipas además esta pensión varía de acuerdo al Curso Internacional del dólar por eso me vi obligada a trabajar de lo que fuera y empecé a trabajar de interna como empleada de hogar. Es curioso porque me llegaron a preguntar alguna vez qué había estudiado, dije que económicas y me dijeron que dónde, cuando dije que en la Unión Soviética me dijeron que si era economía marxista, como si la economía fuera diferente en un lugar que en otro.
 
En esos años de mi regreso organicé una asociación de repatriados de Rusia aquí en Asturias, pues como se suele decir la unión hace la fuerza y dentro de esta asociación íbamos como podíamos empezando dentro de la comunidad por distintas instituciones por ejemplo el Instituto de la Emigración, la Fundación Largo Caballero etc. Ya mucho más tarde, en el año 1995 conocí a Dolores Cabra y la Asociación Archivo Guerra y Exilio y me hice socia de la misma. Hemos trabajado conjuntamente con otros niños y niñas de la guerra evacuados en la Unión Soviética para conseguir una pensión, lamentablemente no ha sido posible y en el año 2005 conseguimos por fin una prestación, eso quiere decir que cuando la persona que percibe ese dinero fallece, la viuda o el viudo no tienen derechos pero así están las cosas de la democracia en este país llamado España.
 
Desde ese momento empecé a hacer un recorrido continuo por diferentes institutos, centros de enseñanza, colegios, universidades, por diferentes zonas de España y también fuera de España para poderles explicar a los jóvenes lo que había sido la odisea de nuestra vida, este periplo tan complicado pero del que habíamos salido profundamente enriquecidos aunque la huella fuera profunda".

El último acto de relevante importancia en el que Araceli fue tan importante aconteció en 2017. AGE organizó un viaje con niños y niñas de la guerra para celebrar el 80 aniversario de la evacuación a la URSS. Moscú y Obninsk fueron las ciudades elegidas, contando siempre con el apoyo de los Consulados ruso y español, de la Embajada española y del  Centro Español de Moscú. Evento que generó el suficiente e importante material documental para colaborar en los testimonios que dan vida a la película "Huérfanos del olvido", dirigida por el burgalés Lino Varela, y para completar el proyecto de la directora Helena Bengoetxea sobre las niñas de la guerra que quedaron en Cuba, de las que Araceli era gran amiga.

Las niñas y niños de la guerra de AGE, los socios, amigos y colaboradores, otras entidades que te recuerdan, tus numerosísimos amigos y amigas. Quienes te queremos, te llevaremos siempre en el corazón.

Dolores Cabra
Secretaria General de AGE

Publicado en la prensa asturiana:
 

El sábado 6 de marzo en Gijón se le tributará un homenaje en la playa del Arbeyal, ante el monumento de los niños de la guerra evacuados en 1937:
 
 
 

Más de dos centenares de personas se sumaron al acto de reconocimiento a las niñas y niños de la guerra ante la estatua dedicada a ellos en L’Arbeyal:

 
 
Niños de la guerra evacuados a la URSS fallecidos en 2020/2021 cuyos nombres fueron recordados en el homenaje a Araceli Ruiz del sábado 6 de marzo de 2021:

1. Pablo Romero Rodríguez. Enero 2020, Moscú.

2. Maria Pacita García García. Enero 2020, Nemchinobka, prov. Moscú.

3. Carmen Garran Villareal. Marzo 2020. Pavlov Posad, prov. Moscú.

4. Carmen Unanue Abalos. Marzo 2020. Zavolzhie, prov. Rostov del Don.

5. Asunción López González. Marzo 2020. Moscú.

6. Francisco Navamuel Arguedas. Octubre 2020. Moscú.

7. Juanita Prieto Valencia. Noviembre 2020. Basauri (Vizcaya)

8. Emilio Falcón Diez. Diciembre 2020. Chitá.

9. Alvarina Rodriguez Vallina. Diciembre 2020. Gijón (Asturias).

10. Armando Valdés Ordieres. Enero 2021. Oviedo (Asturias)

11. Luis Garcia Luque. Enero 2021. Moscú.

12. Gloria Ascención Revuelta García. Enero 2021. Moscú.

13. Antonio Mije Moreno. Enero 2021. Moscú.

14. Luís María Ruíz de Eguilaz Lope. Enero 2021. Vsevolozhsk, prov. Leningrado.

15. Catalina Istúriz Fernández. Enero 2021. Serguiev Posad, prov. Moscú.

16. Araceli Ruiz Toribios. Febrero 2021. Gijon (Asturias)

17. Isabel Argentina Alvarez Moran. Febrero 2021. La Habana.

lunes, 8 de febrero de 2021

Entrevista a Mari Sol Gonzalez, delegada de AGE en Cantabria


Ayer domingo, 7 de febrero y a través de un canal local de TV, en el programa "La Parláa", Diegu San Gabriel, profesor de Historia, entrevistó a Mari Sol Gonzalez, delegada de AGE en Cantabria, que hizo un repaso por su biografía y su participación en diversas luchas sociales desde los años 80.

Puede verse la entrevista en este enlace: 

https://www.youtube.com/watch?v=6gww3f3qaj8 

sábado, 6 de febrero de 2021

Fernando Lorente Medina, un hombre bueno

Hoy tenemos un hombre bueno menos luchando por la vida. Nacerán otros y siempre habrá muchos de quienes podamos decir que son buenos, pero cada uno que falta es un golpe irrecuperable para toda la sociedad, para el pueblo, y sobre todo para todos los que le hayan conocido.

Nació  el 10 de abril de 1941 en Baeza, en aquel mundo burdo y oscuro del Frente de Juventudes, del franquismo triunfante, de curas y falangistas, salió joven de su Jaén natal. Nunca pudo parecer uno de ellos, nunca fue el suyo aquel mundo, por más que fuera un mundo único, obligado para todos los niños y los jóvenes de este malhadado y triste país en los años 40 y 50 del pasado siglo.
 
Fernando estudió bachiller en Santa Cruz de Mudela, después Magisterio y Filosofia y Letras en la Complutense. Fue de profesión nada menos que funcionario. Esto quiere decir que él creía en que ser funcionario, servir en la administración, era un importante oficio, era servir a la sociedad, servir a todos los ciudadanos para resolver problemas, organizar la mejor vida posible para aquel sector sobre el que debía trabajar en cada momento. Así, nunca creyó que el alto funcionario, como fue él durante media vida, era quien daba órdenes y hacía cumplir obligaciones a sus subordinados, sino quien para decidir, para organizar el trabajo, había de ponerse en la primera línea, junto a los vecinos a los que había que resolver tal o cual problema, junto a lo más difícil, nunca a lo más fácil.
 
Cuando trabajó al comenzar el actual sistema democrático dirigiendo los asuntos de juventud, bajaba a los barrios, se juntaba y hablaba con los vecinos en los lugares donde empezaba a circular la droga criminal. Entre gitanos jóvenes, entre expresos, entre gente sencilla que pretendía empezar a vivir en libertad y no sabían cómo. 
 
Cuando le pusieron al frente de una de las más importantes Confederaciones Hidrográficas no dudaba en medio de desastres, inundaciones catastróficas, pasar día y noche a pie de obra en donde el agua se había desbordado arrasando casas y pueblos enteros. Y cuando le marginaron, cuando le condenaron al ostracismo colocándole en un oscuro despacho en un apartado sótano durante años sin ninguna actividad en que pudiera dar vida a algo, resolver algún problema, pasó esos años dignamente sin pedir nada, ni dejarse humillar. Y a eso le condenaron gobiernos de unos y de otros. Probablemente sus jefes y los ministros pensaban que no era un hombre con un pensamiento de izquierdas sino que era un rojo peligroso. Cierto, cumplidor, cierto, siempre dentro de la ley, pero de ideas tan indomables que era evidente que allá donde se le pusiera sería un peligro para los de arriba.
 
Aún así no podían prescindir de su servicio, de su trabajo, y así fue dando de tumbo en tumba, que decía León Felipe, de un Ministerio a otro, hasta acabar en altas responsabilidades ecológicas, pasando también por aquel primer Ministerio de Igualdad de los años de principio de siglo, pero cuidándose mucho sus jefes de encargarle cuestiones que no le permitieran cambiar demasiado las cosas, dándole altas responsabilidades, pero como un imprescindible técnico de la organización funcionarial, donde resolviera muchos problemas pero no pudiera resultar demasiado peligroso.
 
Ya retirado se incorporó a donde él sabía que estaba el verdadero enemigo. Se incorporó a la lucha activa por la laicidad y la superación del omnímodo poder de la Iglesia Católica, desde donde colaboró en difundir todo nuestro común acervo republicano, laico, cívico, ese que durante doscientos años ha sido la antorcha que pretendía ponerse al frente de una sociedad cargada de dignidad, de respeto y tolerancia.
 
Era el más digno representante de esa izquierda radical, profundamente social, profundamente cívica, profundamente respetuosa, y por eso precisamente, profundamente insobornable. Era un extraordinario servidor público, y desde el servicio público un hombre íntegramente de izquierdas, profundamente radical y profundamente tolerante. Una difícil combinación de la que todos deberíamos aprender.
 
Juan Barceló 
Miembro de la Junta Directiva de AGE (Archivo Guerra y Exilio)

miércoles, 3 de febrero de 2021

En recuerdo de Vicenta Cortés, una valenciana internacional

 


En recuerdo y homenaje a la valenciana internacional Vicenta Cortés, miembro de la Junta Directiva de AGE, fallecida el 4 de enero de 2021. Un día triste para nuestra asociación.
 
Maestra archivera y activista.

Compañera archivera la llamaron los guerrilleros antifranquistas cuando les recomendó que escribieran sus memorias, ya que si no lo hacían se las escribirían otros utilizando los archivos del Instituto armado.

Dejó muchos discípulos que la querían y admiraban, especialmente en América.

Los recuerdos son muchos e intensos y su influencia en el trabajo sobre rescate y recuperación documental desarrollado por AGE y depositada en el Arxiu Nacional de Catalunya, ha sido enorme. Vicenta vivía con pasión el mundo mágico de los archivos y sabía transmitir ese sentimiento de forma definitiva. La considero mi maestra, compañera y amiga. Siempre en el corazón.

Dolores Cabra
Secretaria General de AGE

Homenaje a Vicenta Cortés Alonso: "Entre la Archivística y la Historia":

http://www.revistasbolivianas.org.bo/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1997-44852010000200008&lng=pt&nrm=iso

martes, 2 de febrero de 2021

El Centro Español en Moscú recibe las donaciones recogidas por AGE

El pasado mes de septiembre de 2020, desde AGE iniciamos una campaña para salvar del cierre al Centro Español en Moscú (CEM):
 
https://age-derechos.blogspot.com/2020/09/solidaridad-con-el-centro-espanol-de.html 

Gracias a las diferentes donaciones recibidas, se ha podido transferir al CEM la cantidad de 2.230 € con lo que podrán hacer frente al alquiler del local por unos meses, hasta que lleguen las ayudas oficiales. La presidenta del Centro, Mª Teresa Casero, nos ha enviado la certificación que acredita haber recibido esa cantidad. Una vez más, podemos decir: ¡objetivo cumplido!