sábado, 18 de marzo de 2017

Aprobada en el Parlamento andaluz la Ley de Memoria Democrática

La noticia en El Diario.es:
http://www.eldiario.es/andalucia/Andalucia-Memoria-Historica-grande-historico_0_622588665.html 

Comunicado de Manuel Velasco, Presidente de AGEMHA (AGE, Memoria Histórica de Andalucía):

Esta semana se aprobó en el Parlamento Andaluz el proyecto de ley de Memoria Democrática, después de más de cinco años de trámites. Esperemos que esta  Ley no sea un nuevo brindis  al sol porque las leyes, para que se cumplan y no se queden en el aplauso y las fotos, hay que dotarlas de presupuestos suficientes, decretos y órdenes. Por tanto,  de momento,   un saludo positivo pero prudente al desarrollo de esta normativa.

Quienes venimos trabajando en la calle y en los centros de enseñanza desde hace más de 20 años por recuperar la Verdad,  la Justicia y la Reparación nos mostramos solo en parte satisfechos porque esta Ley llega demasiado tarde, nada más y nada menos que 42 años después de acabada la Dictadura y cuando prácticamente la inmensa mayoría de las víctimas  que sufrieron la barbarie, las cárceles y la  represión han  muerto. 

En  la Asociación Guerra-Exilio y Memoria Histórica de Andalucía, en todas nuestras actividades y documentación, desde 1997, año que nos constituimos, venimos reclamando una legislación que hiciera justicia frente a los crímenes franquistas, pero siempre se impuso la rancia frase de "no abrir las viejas heridas", con gobiernos de UCD, del  PSOE y del PP, algo que ha supuesto  para las víctimas  y sus familias  un  desprecio hacia quienes lucharon generosamente por valores humanos y sociales de  los que hoy decimos sentirnos orgullosos. Una de las consecuencias más lamentables  es que miles de esas personas  ni siquiera constan en los libros de defunciones de los registros civiles,  y sus restos  permanecen en fosas comunes sin identificar, ni dignificar en la mayoría de los pueblos de todo el Estado. A estas alturas ha quedado patente  que las conveniencias políticas de no tocar “esas viejas heridas” han podido más que la verdad, la memoria colectiva y sobre todo la justicia histórica con las generaciones de nuestros padres y abuelos. 

La confusión entre  RECONCILIACION y OLVIDO ha pagado un alto precio en nuestra sociedad. La verdad  histórica nunca debió tener páginas en blanco, porque gran parte del conocimiento de las consecuencias humanas, sociales, políticas y económicas de la sublevación militar se ha perdido para siempre.

El resultado  es que todavía  la  gran represión del franquismo permanece oculta. Sigue oculta en los medios de comunicación. Sigue oculta en la sociedad, que  ha sido más educada para el miedo y el olvido que para la memoria y sigue oculta en la mayoría de los que la sufrieron que  han visto más conveniente guardar silencio que hablar libremente. Por desgracia esta ha sido la última victoria de la Dictadura:  el silencio, la ocultación y sobre todo el miedo.

Algo muy importante ha fallado tras la desaparición de la Dictadura Franquista,  para que una parte muy significativa de la sociedad, aun siga reclamando que se valore y  se dignifique con justicia el tratamiento que han recibido cientos de miles de víctimas, presos, exiliados, torturados,  saqueados o  huidos al monte para continuar la resistencia.

A pesar de las iniciativas y actuaciones que también  un buen número de ayuntamientos democráticos  y colectivos han desarrollado desde la Transición a nuestros días, tenemos todavía la impresión de  que nos queda mucho camino por recorrer, y que el reconocimiento de las personas represaliadas y los valores que defendieron durante la Segunda República y la Guerra Civil, ha quedado como una asignatura pendiente que no se ha querido resolver. Simplemente hay que recordar que el Congreso de los Diputados no  aprobó por unanimidad una Resolución de condena al golpe de estado  y a la dictadura del general Franco hasta el 20 de noviembre de 2002, veintisiete años después de su desaparición y tras el paso por  el Gobierno del Estado   de  varias mayorías absolutas consideradas de izquierda.

Cierto es que en Andalucía, tras el tiempo transcurrido, mediante  el Decreto 334/2003 de 2 Diciembre de 2003, y las órdenes aprobadas el 30 de marzo de  2004 y el 30 de junio de  2005,   algo se ha avanzado  en el terreno de recuperar y dignificar nuestra memoria, pero en general esto se ha centrado principalmente en subvencionar monolitos a los ayuntamientos, que en la mayoría de  los casos no ha ido acompañado de algo tan fundamental como son las actividades de investigación y difusión de lo ocurrido. Por otra parte el trabajo de las asociaciones sigue bastante limitado con muy escasas subvenciones.   

El intento de crear una  Comisión Inter-departamental en la Junta de Andalucía, dependiente de la Presidencia, con el objetivo de englobar para los mismos fines a varias Consejerías, ni se materializó, ni se llevaron a cabo actuaciones relevantes. Tampoco se  han emitido decretos, ni órdenes en las que los ayuntamientos y las asociaciones puedan participar. Tenemos pues, acumulada todavía una deuda que distintas entidades de prestigio internacional nos exigen.

El 14 de abril de 2004 la organización de derechos humanos Equipo Nizkor presentó públicamente un informe titulado "La cuestión de la impunidad en España y los crímenes franquistas". Es el primer documento que analiza la represión franquista desde la perspectiva del Derecho Internacional de los Derechos Humanos. Posteriormente, el 18 de julio de 2005, la organización Amnistía Internacional presentaba también su informe "España: poner fin al silencio y a la injusticia. La deuda pendiente con las víctimas de la guerra civil española y del régimen franquista". Nada de esto se tuvo en cuenta en la Ley de Memoria Histórica de 2007 y con el gobierno del PP, todo se paralizó. Ojalá tantos retrasos injustificados encuentren en esta ley andaluza parte de reparación.

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