viernes, 2 de junio de 2017

Impunidad y víctimas del franquismo

Cuando hablamos de víctimas del franquismo y de impunidad lo asociamos inmediatamente a las víctimas que se produjeron en la posguerra, como consecuencia de la feroz represión, pero hubo otras muchas víctimas en una dictadura que siguió durante 40 años fusilando y matando.

El caso que traemos hoy aquí y que continúa impune ocurrió el 18 de diciembre de 1974. Un funcionario del Instituto Social de la Marina, Mikel Salegi volvía de noche con unos amigos en el coche, después de una cena en Aginaga para celebrar que algunos compañeros habían aprobado las oposiciones. Era una noche oscura y lluviosa y circulaban despacio porque iban a incorporarse a la carretera nacional desde una carretera secundaria.

Iban detrás de un camión que les impidió ver un control de carreteras que en ese momento efectuaba la Guardia Civil. Los guardias estaban en el arcén donde habían parado a otros coches, los cuales tapaban las señales de tráfico que advertían del control. Al parecer el cabo dio el alto desde el arcén, pero sin señal luminosa alguna ni de otro tipo. Ellos no se percataron ni pudieron verlo y el resultado fue que Mikel murió acribillado a tiros con balas de pistola y metralleta. Recibió 17 tiros. ¡Dispararon a matar! No había un solo tiro en las ruedas. Mikel era el copiloto. No tenía más que 21 años. El conductor era un hombre del régimen y sobrino del Director de la Guardia Civil, General Aramburu Topete. ¡Nunca se hubiera saltado un control!

Los guardias solo se ocuparon de controlar las pruebas: recoger todos los casquillos, detener al conductor, pero a Mikel lo dejaron abandonado desangrándose. Fueron los compañeros quienes lo llevaron al hospital. 
 
Su familia sigue a día de hoy demandando justicia que aún no ha obtenido en este país donde la impunidad franquista campa a sus anchas, por lo que ha tenido que recurrir a la Justicia argentina.

Dolores Cabra está dando a conocer el caso como un modelo de impunidad, con la ayuda de la familia de Mikel, a través del Curso de Archivos y Derechos Humanos que, en su tercera edición, se organiza desde la Escola Superior d´Arxivística i Gestió de Documents, adscrita a la UAB (Universidad Autónoma de Barcelona).

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