Bajo una persistente lluvia hemos asistido hoy a los actos organizados por la Amical de Mauthausen en el castillo de Hartheim, donde perecieron miles de personas, entre ellos algunos españoles como Jerónimo José Cicero, cántabro asesinado en 1941, tres de cuyos nietos me acompañan en este viaje, además del delegado de AGE en la región de Murcia, Floren Dimas.
Posteriormente en la estación de tren de Mauthausen, donde llegaban los deportados, hemos hecho una ofrenda floral junto al concejal socialista de Mauthausen, que ha pronunciado un discurso de agradecimiento por nuestra visita, haciendo un llamamiento a la solidaridad y unión internacionalista para impedir el avance del discurso de odio y xenofobia que se expande por toda Europa. Previamente intervino el Presidente de la Amical de Mauthausen Joan Calvo expresando también su compromiso solidario con el antifascismo.
A continuación nos hemos dirigido a la casa de Ana Pointner, muy cerca de la estación, donde hay un monumento en su honor con alusiones a los negativos de fotos que guardó en el muro de la parte trasera de su casa y que fueron la prueba fundamental en los juicios de Nuremberg para condenar a oficiales y altos cargos nazis por los crímenes cometidos.
Allí tomó la palabra Josep San Martín, miembro de la Junta de Amical de Mauthausen y sobrino del deportado superviviente Manolo San Martín que aparece en la foto que hizo Francesc Boix con Ana Pointner después de la liberación, todos sonrientes. Comentaba que mientras los americanos fotografiaron el horror del campo cuando llegaron y encontraron un espectáculo dantesco, sin embargo las fotos tomadas por los supervivientes reflejan alegría y felicidad.
Destacaba también que el hecho de haber salvado los negativos de cientos de fotos no se debia a una sola persona como a veces se refleja en el cine o en los reportajes, sino a un trabajo en equipo de muchas personas que pusieron en riesgo su vida y que sabían a lo que se exponían de haber sido descubiertos.
Mañana viajaremos al campo de Ebensee a rendir homenaje a los deportados que murieron alli haciendo trabajos forzados, horadando la montaña para construir en su interior piezas para los aviones durante la guerra.
Mari Sol González
Delegada de AGE en Cantabria
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