La Plataforma Memoria y Democracia de Cantabria, creada hace poco más de
un año para luchar contra la derogación de la Ley autonómica de Memoria
Democrática, ha acordado su disolución
en la Asamblea abierta celebrada recientemente, en la que se hizo un balance positivo de las acciones llevadas a cabo en este tiempo.
A pesar de la disolución, los colectivos que llevamos años trabajando en favor de las víctimas del franquismo seguiremos haciéndolo mientras no se obtenga lo que siempre se ha demandado: Verdad, Justicia, Reparación y garantías de no repetición, para lo cual esperamos contar con el apoyo de la sociedad que se sienta sensibilizada por los derechos de las víctimas.
A pesar de la disolución, los colectivos que llevamos años trabajando en favor de las víctimas del franquismo seguiremos haciéndolo mientras no se obtenga lo que siempre se ha demandado: Verdad, Justicia, Reparación y garantías de no repetición, para lo cual esperamos contar con el apoyo de la sociedad que se sienta sensibilizada por los derechos de las víctimas.
Comunicado emitido por la Plataforma:
La Plataforma “Memoria y Democracia” de Cantabria nació en el otoño de 2023 como respuesta de la sociedad civil a la, entonces más que posible, y hoy cierta, materialización de la amenaza de derogación de la Ley de Memoria Democrática de Cantabria lanzada por el Partido Popular, actual titular del gobierno de la región, y su socio “de facto”, el ultraderechista Vox.
Ningún empacho, dada su uniformidad y su germen ideológico, han tenido ambas formaciones políticas en apresurarse a anunciar y, con posterioridad, eliminar la mencionada ley.
Para ello no han dudado, ni ahora ni en ningún momento de su ya dilatado proceder, en la utilización de una indignante doble vara de medir y, como consecuencia, en la mentira y en la ocultación descarada de las verdaderas motivaciones para blanquear sus afinidades con la dictadura franquista y de ese modo privar a la sociedad cántabra de un ejemplar y sanador instrumento democrático que sirviera para curar las heridas que un convulso siglo XX insertó en nuestro país. Que tengan por seguro que una infinidad de olvidados, que trabajaron por el avance de la democracia en España y pagaron con sus vidas, con el destierro o con su libertad, no les guardan por ello ningún agradecimiento.
Queremos anunciar que la Plataforma “Memoria y Democracia, por acuerdo de una inmensa mayoría de sus miembros, a nivel individual o integrados en los diversos colectivos y asociaciones de Memoria que trabajan en Cantabria desde hace años, ha acordado, una vez consumada la bochornosa derogación de la Ley de Memoria de Cantabria, poner punto final a la actividad para la que nació, que no era otra que oponerse a la mencionada revocación con los medios democráticos y pedagógicos a su alcance.
Sabíamos de antemano que, dada la fuerza de los números en el Parlamento cántabro y la bunkerizada ideología dominante en él, la empresa se antojaba harto complicada. No obstante, y pese a ello, consideramos que se han cumplido la mayor parte de los objetivos que la Plataforma se planteó en sus inicios y el debate en nuestra sociedad, pese a quien pese, está abierto.
Las diferentes entidades, asociaciones y colectivos que la conformaban, llevamos muchos años trabajando y difundiendo nuestras propuestas en aras de la verdad, la justicia y la reparación. Y ahora, por tan endeble motivo, no nos vamos a parar.
Además, desde estos colectivos, no tengan duda los ocultadores, se instará a todos los partidos políticos con dignidad democrática a ejercer las medidas oportunas para instaurar el marco legal e institucional necesario, tanto a nivel estatal como europeo, que acoja a las víctimas postergadas y excluya definitivamente las falacias.
Ningún empacho, dada su uniformidad y su germen ideológico, han tenido ambas formaciones políticas en apresurarse a anunciar y, con posterioridad, eliminar la mencionada ley.
Para ello no han dudado, ni ahora ni en ningún momento de su ya dilatado proceder, en la utilización de una indignante doble vara de medir y, como consecuencia, en la mentira y en la ocultación descarada de las verdaderas motivaciones para blanquear sus afinidades con la dictadura franquista y de ese modo privar a la sociedad cántabra de un ejemplar y sanador instrumento democrático que sirviera para curar las heridas que un convulso siglo XX insertó en nuestro país. Que tengan por seguro que una infinidad de olvidados, que trabajaron por el avance de la democracia en España y pagaron con sus vidas, con el destierro o con su libertad, no les guardan por ello ningún agradecimiento.
Queremos anunciar que la Plataforma “Memoria y Democracia, por acuerdo de una inmensa mayoría de sus miembros, a nivel individual o integrados en los diversos colectivos y asociaciones de Memoria que trabajan en Cantabria desde hace años, ha acordado, una vez consumada la bochornosa derogación de la Ley de Memoria de Cantabria, poner punto final a la actividad para la que nació, que no era otra que oponerse a la mencionada revocación con los medios democráticos y pedagógicos a su alcance.
Sabíamos de antemano que, dada la fuerza de los números en el Parlamento cántabro y la bunkerizada ideología dominante en él, la empresa se antojaba harto complicada. No obstante, y pese a ello, consideramos que se han cumplido la mayor parte de los objetivos que la Plataforma se planteó en sus inicios y el debate en nuestra sociedad, pese a quien pese, está abierto.
Las diferentes entidades, asociaciones y colectivos que la conformaban, llevamos muchos años trabajando y difundiendo nuestras propuestas en aras de la verdad, la justicia y la reparación. Y ahora, por tan endeble motivo, no nos vamos a parar.
Además, desde estos colectivos, no tengan duda los ocultadores, se instará a todos los partidos políticos con dignidad democrática a ejercer las medidas oportunas para instaurar el marco legal e institucional necesario, tanto a nivel estatal como europeo, que acoja a las víctimas postergadas y excluya definitivamente las falacias.
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