Por una Ley de Víctimas del franquismo

Santander, ante la Delegación del Gobierno

Entrevista a Mari Sol González, Delegada de AGE en Cantabria:
https://www.facebook.com/skinny.sadie/videos/418959411885815/


MANIFIESTO LEÍDO EN LA CONCENTRACIÓN:

Hoy 9 de mayo, Día Internacional de la Victoria contra el fascismo en toda Europa, diversos colectivos  de Memoria Histórica y de Víctimas del franquismo hemos decidido manifestarnos en concentraciones como ésta (ahora mismo en Madrid está teniendo lugar otra concentración ante el Congreso de los Diputados) para reclamar Justicia para las víctimas del franquismo y hacer visible un problema que ya lleva demasiados años de retraso: 82 en concreto. El caso español de impunidad del franquismo es una anomalía jurídica que no tiene parangón en ningún otro país del mundo.

En otros países de América latina, como Chile o Argentina, donde hubo también dictaduras sanguinarias, se ha conseguido juzgar a los culpables, anulando la Ley de Punto Final que ellos mismos se habían dado para blindar su impunidad. Aquí tenemos nuestra particular Ley de Punto Final que es la Ley de Amnistía de 1977, que ahora mismo es el muro contra el que han de luchar las víctimas del franquismo, ya que es la Ley que se interpone para poder hacer justicia. La explicación está en el artículo 2 donde se amnistían “los delitos y faltas que pudieran haber cometido los funcionarios, autoridades y agentes del orden público en la investigación y persecución de los actos incluidos en la Ley de Amnistía”.

Instituciones internacionales como la ONU y sus grupos de trabajo y las organizaciones de derechos humanos, han pedido al Estado español que anule la Ley de Amnistía y le han recordado su obligación de investigar, perseguir y sancionar los delitos contra la humanidad cometidos por el franquismo, porque los delitos de lesa humanidad no prescriben.

Y hay múltiples delitos que continúan impunes, porque el franquismo tiene un amplio catálogo de crímenes contra la humanidad pendientes. Sólo enumeraré algunos de ellos,  porque la lista sería interminable:

- Miles de ejecuciones extrajudiciales (el famoso “paseo”) en el que las víctimas eran tiradas a una torca o enterradas al borde de un camino o en una fosa común (recordemos que ya se han abierto unas 3.000 fosas en toda España y eso es menos del 10 % de todas las fosas que hay). De paso, tenemos que decir que esas exhumaciones se han hecho de manera ilegal por parte de particulares, violando nuestro ordenamiento jurídico y el internacional, puesto que no ha habido ningún juez presente para levantar acta e investigar las circunstancias de la muerte. Y con ello lo único que se consigue es destruir las pruebas de crímenes de lesa humanidad. Hay que dejar claro que a estas víctimas se las está tratando como restos arqueológicos y eso es intolerable.

- Hay otro grupo de víctimas que jamás ha querido reconocer el estado español, ni siquiera en la llamada Ley de Memoria Histórica, que son los miles de españoles que fueron asesinados en los campos de exterminio nazis, con la complicidad y aquiescencia del gobierno español de la época, el Ministro de Asuntos Exteriores, Serrano Súñer, etc.  A día de hoy no tienen la condición de víctimas jurídicamente.

- Otro colectivo de víctimas: las madres que buscan a sus hijos. El robo de bebés es una práctica que empezó en las cárceles en 1939 con las presas políticas, que siguió durante todos los años que duró la dictadura, y que continuó hasta bien entrada la democracia, no ya en las cárceles, sino también en clínicas de maternidad.

- Y no olvidemos los miles de fusilados como consecuencia de sentencias de muerte en parodias de juicio sin las mínimas garantías judiciales. Por ello es necesario que se declaren nulas las sentencias de los juicios sumarísimos, fruto de la represión política.

-Otro colectivo que no ha sido reconocido jurídicamente: el de los guerrilleros antifranquistas, los últimos luchadores por el restablecimiento de la República, que siguen siendo considerados como bandoleros, mientras en todos los países democráticos donde se venció al nazismo y al fascismo, los resistentes son considerados héroes y son condecorados por ello.

Unas 80 organizaciones de todo el Estado se reunieron hace un par de años en un Encuentro Estatal de Colectivos de Memoria Histórica y de Víctimas del franquismo, con el fin de impulsar acciones necesarias para lograr acabar con la impunidad de los crímenes del franquismo. En ese encuentro  decidimos reclamar a las formaciones políticas que se comprometieran a desarrollar una LEY DE RECONOCIMIENTO Y PROTECCIÓN INTEGRAL A LAS VÍCTIMAS DEL FRANQUISMO que :

Establezca lo primero, la condena del franquismo como régimen criminal, en los términos declarados por la ONU, de conformidad con las Resoluciones de las Naciones Unidas adoptadas por unanimidad por la Asamblea General de la ONU el 9 de febrero y el 12 de diciembre de 1946.

Que condene lo que supuso el golpe de estado a la II República española, que condene la guerra, la dictadura franquista y la represión continuada contra los derechos humanos.

Que reconozca y garantice a las Víctimas del franquismo, del nazismo y de la transición los derechos a la Verdad, la Justicia y la Reparación en los términos exigidos en los tratados y acuerdos internacionales firmados por el Estado español y organismos internacionales.

Que se declare la nulidad de pleno derecho de todas las acciones legales de carácter represivo del régimen franquista, así como de toda aquella legislación que garantice la impunidad de los crímenes franquistas.

Que se eliminen definitivamente todas las formas de exaltación del franquismo; calles, monumentos y honores.

Pedimos en definitiva, que se reconozca a las víctimas del franquismo el derecho a la verdad, la justicia y la reparación en igualdad de condiciones con otros colectivos de víctimas de la violencia, que sí han sido plenamente reconocidos y reparados mediante una legislación específica a su favor.

Por eso exigimos a todas las organizaciones democráticas, la elaboración de una Ley Integral de Víctimas del franquismo. Ya basta de más de 80 años de impunidad, de no reconocimiento de las víctimas y de negarles el derecho a la Justicia. Porque sin Justicia no puede haber democracia.