lunes, 29 de octubre de 2018

Ha fallecido en Francia Andrea Martínez


Ha fallecido a los 100 años, Andrea Martinez Méndez, madre de Amparo Sánchez-Monroy Martínez, delegada de AGE en Francia, a quien enviamos desde aquí un fraternal abrazo y nuestras sinceras condolencias.

Andrea Martinez a los 21 años

Andrea era una mujer bella, inteligente, con un carácter fuerte que la ayudó a sobrellevar todas las calamidades que tuvo que vivir en la guerra y en el posterior exilio. Perteneció a las Juventudes Socialistas y fue delegada del Socorro Rojo Internacional. Se casó a los 18 años con Andrés Sánchez-Monroy, comunista, oficial republicano del Quinto Regimiento, con quien tuvo cuatro hijos, Amparo, nacida en 1938, Andrés, Antonio y Juan. Era una mujer comprometida con los valores republicanos que se vio obligada, a principios de febrero de 1939, cuando ya todo estaba perdido, a buscar refugio en Francia con su familia. 

Llegaron a Portbou, ella con su hija Amparo de diez meses en brazos, su marido, dos abuelos y otros parientes. Les llevaron al campo de concentración de Argelés sur Mer, de infausto recuerdo. Allí les esperaba una arena mojada, viento, lluvia y unas temperaturas gélidas. Ni tiendas de campaña, ni barracones, ni letrinas. Cavaban con sus manos un hueco en esas arenas frías para resguardarse de las inclemencias de ese invierno. Allí tuvo que dar su anillo de casada a cambio de un bote de leche condensada para que su pequeña no muriese de hambre. Y allí separaron a la familia, se llevaron a los hombres y perdió el contacto con su marido durante casi dos años.

Después la trasladan a Guéret con su hija -ambas pasaron un tiempo en la cárcel- y más tarde empezó a trabajar tejiendo calcetines para el ejército francés, por los que le pagaban apenas unos céntimos, pero todo contaba en la situación de penuria que vivían. Con los restos que apañaba, hacía vestiditos a Amparo. Eran los tiempos del régimen de Vichy, eran tiempos de guerra en Europa.

Después se integró en la vida francesa, aprendió el idioma sin dificultad, pero siempre llevaba a España en el corazón. En su modesta casa siempre había un plato de comida para los españoles que por allí pasaban. Nos contaba Amparo en una ocasión que, aunque tras la II Guerra Mundial Francia admitió las naturalizaciones, sus padres nunca quisieron hacerse franceses. Ellos siempre tuvieron la esperanza de volver a España. La frase cotidiana en su casa era: "El año que viene volvemos, seguro". Pero las circunstancias no lo permitían, sabían que las palabras de Franco animando a volver “a quienes no tuvieran las manos manchadas de sangre” eran una falsedad: conocían casos de gente que volvió y fueron fusilados o encarcelados.
 
Andrea marchó de España con 20 años y regresó con 61, después de morir el dictador. Se quedó a vivir en Barcelona, y en breve espacio de tiempo tuvo la desgracia de perder a su marido y a dos de sus hijos Andrés y Antonio, pero era una mujer muy fuerte que supo siempre salir adelante. Sólo en los últimos años de su vida su mente se perdió entre nieblas inescrutables.

Antes había escrito sus memorias, aunque no se publicaron nunca, fueron escritas para sus hijos y nietos. Su hija María Amparo, delegada de AGE en Francia, nos las hizo llegar porque en ellas se narran sus vivencias en el tiempo de guerra que le tocó vivir y su entereza y responsabilidad junto a esa familia a la que debía salvar y ayudar. Siempre, durante su larga y triste enfermedad contó con el amor de su hija María Amparo, quién la tuvo siempre en su corazón.

Hasta siempre, Andrea. Descansa en paz.

Dolores Cabra, Secretaria General de AGE, y
Mari Sol González, delegada en Cantabria

2 comentarios:

  1. Vuela alto, Andrea, en pos de la libertad que tanto amaste. Reúnete con los tuyos y déjanos la paz.

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  2. Un gran abrazo Maria Amparo.
    Vaya orgullo de madre que tuviste.
    Ahora ,sin tantos kilometros de carretera semanales, cuidate mucho tú.
    Besos y cariños,dolo

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