La historia de los que dieron todo por el bienestar de los desposeídos está enterrada y generalmente nadie se acuerda de sacar a la luz esos heroicos hechos de los que lo dieron todo.
Estos señores han conseguido con esto crear incultura dentro de la juventud y de esta manera la dominan a su gusto y la llevan donde quieren.
"Un pueblo culto no lo domina nadie, porque sabe los deberes que tiene que defender y que le pertenecen". Pero un pueblo inculto es exactamente igual que un rebaño de ovejas, que un solo pastor, con un silbido, lleva donde quiere.
Y esto es lo que vivimos hoy. Hay una juventud muy buena, pero muy minoritaria y no puede tener la suficiente fuerza para dominar.
Felipe Matarranz
Agrupación Guerrilera Cantábro-Astur y Sócio de AGE
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