El viernes 5 de mayo, se cumplieron 78 años de la liberación del campo de Mauthausen. Con ese motivo acudimos una delegación de AGE a los actos internacionales de conmemoración.
Comenzamos el viernes en el castillo de Hartheim uniéndonos a la Amical de Mauthausen que llegaba de Barcelona con alumnos de Bachillerato y profesores, algunos venidos del IES de Sariñena (Huesca). En ese castillo que fue transformado en laboratorio de los horrores durante el nazismo, fueron exterminadas al menos 18.000 personas, entre ellos varios españoles, aunque se habla de más de 20.000 asesinados. Eufemísticamente los nazis lo llamaban sanatorio, donde se trataba a discapacitados físicos o mentales.
En el patio del castillo, ante los alumnos y alumnas intervino brevemente la delegada de AGE en Cantabria, Mari Sol Gonzalez para recordar a Jerónimo José Cicero, cántabro asesinado en Hartheim en septiembre de 1941 y para hacer reflexionar a los jóvenes sobre la ideología que llevó a la muerte a cientos de miles de seres humanos.
De allí fuimos a la estación de Mauthausen, adonde llegaban antaño los trenes de mercancías cargados de deportados de diferentes países. Nos recibió el anterior alcalde de Mauthausen y actualmente concejal, del Partido Socialista.
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Monumento erigido a Ana Pointner al lado de su casa
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Después nos dirigimos a la casa de Ana Pointner, donde siempre hacemos un pequeño homenaje a la austríaca que guardó en el muro de su jardín las fotos que sacó del campo de Mauthausen el comando Poschacher, del que formaban parte varios españoles y que luego sirvieron en los juicios de Nüremberg para aportar pruebas de los crímenes y de la implicación de muchos personajes que negaban haber estado allí. Crónica de este día, realizada por María Toca: https://www.lapajareramagazine.com/la-visita-al-infierno-mahutausen-hartheim
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Monumento a los españoles en Ebensee
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Al día siguiente, sábado 6 de mayo, la cita era en el campo de Ebensee, a 100 kms. al suroeste de Mauthausen, donde también hubo españoles que trabajaron como esclavos en la construcción de los túneles donde se fabricaba armamento y material durante la guerra.
Allí dentro cantamos el Bella Ciao y el Canto a la Libertad de Labordeta, hermanados con un numeroso grupo de italianos.
Ya por la tarde acudimos al acto internacional en Gusen, donde estaban en primera fila las autoridades austriacas, italianas, francesas, polacas… la embajadora española, Cristina Fraile, el Secretario de Estado, Fernando Martinez y un único superviviente polaco, Stanislaw Zalewski cuando otros años había unos cuantos en primera fila, pero el reloj biológico es implacable.
El domingo día 7 tuvo lugar el acto principal en el campo de Mauthausen, donde se dan cita miles de personas de todas las nacionalidades para rendir homenaje a las víctimas del nazismo. Por el monumento de los españoles pasaron diferentes delegaciones depositando ramos y coronas de flores con todo respeto. Especialmente emotiva nos resultó la visita de las Juventudes del Partido del Trabajo austríaco que entonaron un himno dedicado a los luchadores españoles en la II Guerra Mundial. Asistimos al homenaje ante el vecino monumento francés junto a los componentes de la Amical de Mauthausen francesa y española, donde se encontraban también la embajadora española y el Secretario de Estado acompañados de otras autoridades francesas e italianas y finalizamos cantando la marsellesa.
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Desfile de diferentes comunas (municipios) italianas
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Después tuvo lugar el desfile de todas las delegaciones por la Apelplatz.
Especialmente numerosa la representación de Italia con cientos de estudiantes adolescentes, a los que enseñan desde la escuela los horrores que produjo el nazifascismo.
Nosotras desfilamos con la Asociación de Republicanos Españoles en Austria, junto a la Presidenta Silvia Cueto, hija de Víctor Cueto, deportado asturiano que sobrevivió y se quedó a vivir en Austria.
Pero aún quedaba una sorpresa por llegar, porque ya casi al final, una numerosa representación española con banderas republicanas apareció portando una reproducción de la pancarta que exhibieron los republicanos españoles sobre la puerta de Mauthausen el 5 de mayo de 1945 y se consiguió que por unos minutos volviese a ser izada sobre esa puerta, lo que nos produjo una indescriptible emoción.
Es muy difícil transmitir todas las sensaciones que hemos vivido estos días. Las palabras sobre el papel quedan frías en comparación con las emociones continuas que sentíamos allí, pero sirva esta breve crónica para rendir homenaje a aquellos hombres y mujeres que vivieron una época terrible, donde se estaba decidiendo la implantación de un mundo sanguinario que llegó a eliminar a cientos de miles de personas, que lucharon hasta el último día de sus vidas por un mundo donde la libertad, la solidaridad, la fraternidad, adquirieran todo su sentido y vencieran a la sinrazón.
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