"Yo os voy a hablar en nombre de la Asociación de guerrilleros AGE, que somos la primera organización que ha logrado despertar al pueblo, así de simple:
Mis palabras no pueden más que dirigirse, en estos tiempos convulsos, pero creativos y sorprendentes por su canto a la libertad, primero a los más jóvenes, segundo a los que conseguimos sobrevivir a la generación del silencio y tercero a aquellos que, aún con el silencio del terror de la dictadura, han sido capaces de desbrozar el camino y pasar el testigo de la historia. ¡Aquí seguimos y aquí seguiremos, no nos pueden echar!
¿Qué esperamos de todo este movimiento insurgente? ¿Qué mueve a tantos ciudadanos demandando justicia?
Probablemente ese sentido genérico de civilidad y libertades, y esa inmensa ebullición de culturas, ideales, federalismo y tolerancia que ha transmitido la historia, esa esencia de la segunda República por la que murieron cientos de miles de españoles. Nuestra función es mostrar la plantilla, los renglones, sobre la que los más jóvenes puedan escribir su propia historia, y esa plantilla ya está hecha, forjada y resuelta, y se traduce en una palabra concluyente ¡Indignación!
Desde nuestra asociación hemos trabajado durante estos años reordenando los materiales que la dictadura y la transición llamada democrática habían procurado esconder, falsificar o simplemente destruir. Hemos contribuido, y no en pequeña parte, a presentar a toda la sociedad esos materiales como fueron y como son, con las heridas del tiempo y la derrota pero con su integridad y categoría moral y social, hemos participado y no en poco, en la labor ardua de presentar la historia que se prohibió y se falsificó, tal como es, y de que no se pierda la memoria de nadie que hubiera dejado su vida, hubiera sido encarcelado, torturado, exiliado, represaliado o humilladamente silenciado, por sus ideales republicanos, socialistas, libertarios o simplemente su anhelo de vivir en un mundo mejor y más justo.
Ahora la sociedad va teniendo cada vez más un espejo más pulido y limpio en que verse a sí misma, en que indagar sobre su historia y por tanto en que empezar a preguntarse qué hacer, qué futuro crear. Esa es la pregunta que nuestros hijos y nietos se hacen. Se la hacen a sí mismos, no nos la hacen a nosotros. Nuestra función no es decirles qué deben hacer sino quienes somos y ayudarles a averiguar quienes son ellos. ¡Por eso toman las calles, hacen de ellas su casa y, como en su día hicimos los guerrilleros antifranquistas, no ceden el terreno y combaten por la plaza ocupada!
Así pues debemos disponernos para empezar una tarea bien distinta que requiere instrumentos y materiales diferentes.
Jesús de Cos Borbolla |
¡Compañeros, hemos ocupado una plaza, la de la memoria colectiva, no cedamos el terreno. Ese terreno, es nuestra aportación a un pueblo que debe recuperar su memoria democrática! ¡Porque en este país no hay democracia verdadera!"
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