San Tirso honra a los represaliados del franquismo con una placa en el cementerio.
El tributo en San Tirso consistió en el descubrimiento de una placa en recuerdo de los vecinos de los ayuntamientos de la zona asesinados por el franquismo y que permanecen enterrados sin identificar. A día de hoy solo se conoce la identidad de uno de ellos, Pablo Martinez-Crespo Mazo, maestro muy querido en la zona.
La placa fue colocada en las proximidades de una de las fosas comunes existentes en el camposanto de la localidad, donde están enterrados seis vecinos del occidente asturiano.
Otro de los asistentes al homenaje fue Francisco Martínez, de 94 años, “Quico”, uno de los últimos guerrilleros antifranquistas vivo y miembro de la Junta directiva de AGE.
«La República era el gran proyecto de modernidad del siglo XX. Tenía una gran vocación de libertad y de conocimiento. Todo eso nos lo arrebataron los fascistas porque no lo podían soportar».
El tributo en San Tirso consistió en el descubrimiento de una placa en recuerdo de los vecinos de los ayuntamientos de la zona asesinados por el franquismo y que permanecen enterrados sin identificar. A día de hoy solo se conoce la identidad de uno de ellos, Pablo Martinez-Crespo Mazo, maestro muy querido en la zona.
La placa fue colocada en las proximidades de una de las fosas comunes existentes en el camposanto de la localidad, donde están enterrados seis vecinos del occidente asturiano.
Otro de los asistentes al homenaje fue Francisco Martínez, de 94 años, “Quico”, uno de los últimos guerrilleros antifranquistas vivo y miembro de la Junta directiva de AGE.
«La República era el gran proyecto de modernidad del siglo XX. Tenía una gran vocación de libertad y de conocimiento. Todo eso nos lo arrebataron los fascistas porque no lo podían soportar».
También dio una conferencia Ramón García Piñeiro, profesor de Historia en el IES Marqués de Casariego de Tapia.
Más información:
No hay comentarios:
Publicar un comentario