Un grupo de trabajadores alemanes visita el monumento a las víctimas del nazifascismo en Cantabria

Ayer nos visitaron un grupo de trabajadores alemanes procedentes de Frankfurt que querían conocer algunos de los lugares de memoria que tenemos en Cantabria, como el monumento a las víctimas del nazifascismo en el Parque de la Ría, en Revilla de Camargo y la fosa común del cementerio de Ciriego.

Mari Sol Gonzalez, delegada de AGE en Cantabria, fue la encargada de recibirlos y contarles lo que significa el monumento inaugurado en 2001 gracias a la iniciativa y al empeño de Jesús de Cos, dedicado a los cántabros deportados a campos de exterminio nazis y a los guerrilleros antifranquistas. 

 

El monumento refleja el nombre de las víctimas, pero detrás de cada nombre hay una historia digna de conocerse, un drama que conmovió a nuestros visitantes cuando Mari Sol les relató las circunstancias en que murieron algunas de esas víctimas, a qué se dedicaban antes de la guerra y por qué fueron capturadas y asesinadas, como el caso de Fidelita, de Torrelavega, el de Matilde Zapata, o el de Donato de Cos deportado a Mauthausen y asesinado a palos en Gusen.

Como recuerdo de su visita depositaron en el monumento esta hermosa frase en castellano y en alemán, que refleja exactamente lo que siempre hemos defendido, que no basta con el recuerdo nostálgico de las víctimas, sino que hay que mantener viva la llama de sus ideales, por los que lucharon y murieron.

Después se trasladaron al cementerio de Ciriego donde conocieron la historia del Cariñoso y su grupo, de su compañera, María Solano y de Josefina su hija, así como la historia de los guerrilleros de la Brigada Pasionaria ante el monolito que les dedicó Jesús de Cos, hermanando así a comunistas y anarquistas que luchaban por una misma causa.

 

Agradecemos a Klaus su labor como traductor en el día de ayer, que terminó con una comida fraternal en un restaurante cerca de Ciriego.